miércoles, 3 de septiembre de 2008

Deseos cumplidos

Adoro a Luis. No, mentira: lo ADORO. Así, con mayúsculas. Lo mejor de todo es que él lo sabe. Es una sensación impresionante que alguien te tome tan en cuenta. Les explicaré que hace algo más de un mes leí en un libro una descripción de la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga que me erizó el alma y que hizo que me entraran unas ganas locas de estar en ese sitio.

Se lo dije a Luis por teléfono y al segundo me respondió:

“Pues vamos. Tú buscas los billetes, el hotel y yo invito”

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