Praga se queda pendiente. Sale todo muy caro. Buscando opciones, salió París. Yo estuve allí hace 7 años, Luis no, así que allí nos vamos. 3 días, 2 noches.Queda sólo una semana para todo: para vernos cara a cara después de un año de charlas sin fin y de mutuas confesiones. Me tocará volar los más de dos mil kilómetros que nos separan un par de días antes de que vayamos a la Ciudad de la Luz. Me quedaré en su casa un par de días y luego partiremos rumbo a Francia. Estaremos en un hotelito al ladito del Sena.
¡Qué ganas!, aunque he de admitir que estoy nerviosa, tremendamente nerviosa, “nerviosérrima”, como diría un buen amigo mío. Después de París, me quedaré un par de días con él, en su ciudad, en su casa, en su cama. Pero no se equivoquen: sólo somos amigos, aunque el “sólo” no corresponde, pues aunque no seamos amantes, somos tanto que el “sólo” sobra. Cómo me lío, ¿eh?
miércoles, 17 de septiembre de 2008
miércoles, 3 de septiembre de 2008
Deseos cumplidos
Adoro a Luis. No, mentira: lo ADORO. Así, con mayúsculas. Lo mejor de todo es que él lo sabe. Es una sensación impresionante que alguien te tome tan en cuenta. Les explicaré que hace algo más de un mes leí en un libro una descripción de la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga que me erizó el alma y que hizo que me entraran unas ganas locas de estar en ese sitio.
Se lo dije a Luis por teléfono y al segundo me respondió:
“Pues vamos. Tú buscas los billetes, el hotel y yo invito”
Se lo dije a Luis por teléfono y al segundo me respondió:
“Pues vamos. Tú buscas los billetes, el hotel y yo invito”
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