miércoles, 25 de febrero de 2009

Patrones de conducta

Me acerco por la acera. Dos gatos parecen pelear. Hago un ruido con la boca para espantarlos. Me miran con curiosidad. El macho, detrás, me sostiene la mirada. La hembra me observa con burla mal disimulada en sus ojos: empieza a revolcarse en la carretera, melosa, en una danza no aprendida, invitando al macho a una sesión de sexo diurno. "Exhibicionista", pienso. El macho aparta su mirada de mí y la fija en la gata.
Hoy aprendí que las gatas también histeriquean. Hoy aprendí que todo sería mucho más sencillo si fuera gata. Hoy decidí que en mi próxima vida quiero ser una gata, pero una gata descocada, rubia, fácil. So be it!

2 comentarios:

euge dijo...

Dos cosas, no es tan divertido ser rubia y las difíciles la pasan mejor ;)

VdeUve dijo...

Ay, Euge, no me digas eso ahora. Yo tenía mis esperanzas puesta en ser rubia... sé que tienen fama de tontas (menos tú y Blonda, of course!), pero como a mí el ser inteligente no me ayuda,contaba con que un cambio de look sí lo haría...

Me tocará pensar en otra cosa. Si se te ocurre, házmelo saber.

Besos,

V.